TRASTORNOS DEL SUEÑO EN LA MUJER
Apportodas da la bienvenida a su directorio a CISNe, Centro Integral de Sueño y Neurociencias, un proyecto profesional liderado por tres mujeres, que tiene como objetivo acercar la medicina del sueño a la población general, haciéndola más accesible, sencilla, completa y de la máxima calidad. Apuestan por un modelo mixto presencial y online, ampliando su posibilidad de valorar pacientes no solo en Madrid donde tienen su sede, sino en toda España.
La doctora Garcia Malo, neuróloga experta en medicina del sueño, nos ofrece algunas claves sobre el insomnio en las mujeres.
Es un hecho objetivo que las mujeres dormimos de manera distinta a los hombres. Las investigaciones realizadas describen que el riesgo de padecer insomnio es un 40% mayor en mujeres frente a hombres.
Parte de este riesgo está determinado por cambios hormonales a lo largo de la vida de la mujer (pubertad, menstruación, embarazo y menopausia), y otros en cambio con factores socioculturales (roll de madre, cuidadora, vida laboral, estrés, entre otros).
Existen trastornos físicos que se manifiestan como insomnio y también el insomnio puede estar relacionado con la esfera emocional.
A continuación presentamos tres vivencias de tres mujeres, ilustrativos de cómo se presenta el insomnio en la vida cotidiana de las mujeres:
1. A.J.P. es una mujer de 32 años que describe haber dormido mal “toda su vida”. Es enfermera y por ello pasa muchas horas de pie. Cuando llega a casa suele llegar muy cansada. Cuando se sienta en el sofá para relajarse un rato viendo una serie presenta sensaciones desagradables en sus piernas.
Ella siempre lo ha relacionado con “mala circulación”, ya que a su madre le pasa lo mismo. Cuando se mete en la cama, este dolor de las piernas le impide conciliar el sueño, y a veces incluso tiene que levantarse a estirarlas o caminar. Cree que duerme unas 5 horas, pero no se siente fresca al día siguiente.
2. R.C.S. tiene 41 años, y trabaja como ingeniera. A raíz de un ascenso laboral, debe coordinar un equipo de 22 personas, lo cual le supone gran estrés. Por su carácter, es una mujer perfeccionista y autoexigente.
Cuando se mete en la cama para intentar dormir no puede evitar repasar mentalmente qué cosas están hechas, qué tareas quedaron pendientes, si se envió ese mail para organizar aquella reunión, si se cobró aquella factura y un largo etc.
Al estar tan cansada, suele tardar media hora en dormirse, pero todos los días, como si tuviese un despertador en su cabeza, se despierta a las 5:00h, y ya no logra volver a conciliar un buen sueño. Se queda en un estado de “duerme-vela”, con pensamientos rumiativos sobre el trabajo, con sueños vívidos y demás. Finalmente a las 7:00h sale de la cama, con sensación de no haber descansado.
3. L.M.M. tiene 51 años, y trabaja como esteticista. A raíz de la perimenopausia ha comenzado a tener problemas de sueño. Describe presentar sofocos que la despiertan. A pesar de dormir a veces 7 horas, se despierta muy cansada.
Tiene somnolencia durante el día y se siente triste, con pocas ganas de hacer cosas que antes disfrutaba. Ha ganado unos 10 kg en los últimos 2 años. Al estar tan cansada tampoco está haciendo deporte, y le han diagnosticado hipertensión arterial. Su marido le ha dicho que ronca bastante fuerte.
Estas tres mujeres presentan insomnio/mala calidad de sueño. Para conocer más acerca de su cuadro, es precisa una valoración médica experta, y en ciertas ocasiones, puede ser necesaria alguna prueba de sueño para ayudar en el diagnóstico.
Procedemos a discutir cada uno de los casos…
El caso 1 describe una paciente con síndrome de piernas inquietas. Un trastorno que afecta a un 10% de la población y que es una de las principales causas de insomnio en la mujer. Se relaciona con falta de hierro, lo cual es frecuente en edad reproductiva por la menstruación y embarazos.
El caso 2 describe una mujer que tiene insomnio más centrado en la esfera emocional, con pensamientos circulares que afectan a su descanso, y problemas de gestión del estrés en el ámbito laboral.
El caso 3 describe una mujer en menopausia, con sofocos y que además, probablemente presenta apnea obstructiva del sueño, caracterizada por ronquidos y pausas en la respiración, que hacen que el sueño sea no reparador, con hipersomnolencia diurna y síntomas depresivos, que ha demostrado favorecer además las enfermedades cardiovasculares.
Es destacado que tanto la apnea del sueño como los síntomas depresivos aumentan su frecuencia al avecinarse la menopausia.
Los tres casos tienen causas muy diferentes, aunque síntomas muy semejantes. Por esta razón, hacer una evaluación clínica completa en el insomnio en la mujer es fundamental. Por fortuna, los tres casos tienen tratamiento, y pueden ser corregidos.
En CISNe ayudamos a nuestras pacientes a recuperar su buen sueño, asegurando un mejor descanso y mejorando su salud física y mental.